Los cenotes son parte imprescindible dentro de la cultura maya. En la Península de Yucatán, fueron el principal suministro de agua dulce, además de formar parte esencial en sus rituales y creencias.
La Península de Yucatán tiene un suelo característico, con la particularidad de ser una tierra porosa por la que se filtra el agua de lluvia, nada queda retenido en superficie. Esto hace que el agua dulce recorra como ríos subterráneos las tripas de la Península. Cada desprendimiento de suelo que deja visible estos pozos de agua, se le denomina ts’ono’ot o dzonot (cueva con agua en español). Son los conocidos cenotes, palabra española que deriva de la pronunciación del maya yucateco.
Estos pozos naturales fueron usados por el maya antiguo como fuentes principales de suministro de agua. Los cenotes no se encuentran en toda la Península, pero varias ciudades-estado mayas se construían cerca de ellos si cabía esta posibilidad, como ocurre en la magistral Chichén Itzá, Ek Balam, T’ho, Tulum, Yaxuná, Mayapán…
Además de la vital importancia de abastecer a la población de agua dulce, dentro de la cosmología maya, los cenotes también fueron lugares especiales. Las creencias del maya, tal y como vienen recogidas en su libro el Popol Vuh (narración de su mito original), es que hay tres grandes niveles cósmicos: celeste, terrenal y subterráneo. Estos niveles se refieren tanto al universo exterior, como al universo humano, representan a los dos. Los tres niveles van ligados entre ellos, forman un todo.
Los cenotes eran entradas a este mundo subterráneo, al inframundo humano y cosmológico. Este mundo subterráneo se denomina metnal en yucateco, olontic en tzotzil o xibalbá en quiché, siendo esta la palabra más usada al referirnos a este concepto. Este mundo subterráneo es un lugar tanto de muerte como de vida. Los mayas hacían, y siguen haciendo, ritos iniciáticos en los cenotes.
En muchas entradas a cenotes, en grutas y cuevas de territorio maya, se han encontrado evidencias de rituales y ceremonias. En las profundidades acuosas de los cenotes también se han encontrado evidencias de los cultos. En estos ritos se prepara al hombre para que muera algo interno, malas energías, para nacer de nuevo. Son ritos que te permiten avanzar en tu nivel de conciencia, de superación, enfrentándote con tu propio nivel de conciencia y superarlo. Los sacrificios de animales y humanos formaban parte de algunos de sus rituales.
Así, que cada vez que visites un cenote, recuerda pedir permiso a los aluxes (moradores traviesos y mágicos de estas tierras mayas), que protegen estos lugares sagrados de la cultura maya.
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Cómo me gusta leer de otras civilizaciones y todo lo que tenga que ver con agua y ritos pero ¡caray! imagino que la gente no piensa en los sacrificios humanos a la hora de bajar a bañarse a los cenotes…
Un abrazo Sandra, que me gusta leerte!
Muchas gracias Pilar, un placer que te pasees por aquí. Yo no pienso en los sacrificios, son tan hermosos los cenotes que ni piensas, pero por si acaso le pido permiso a los aluxes para entrar a ellos…. Un abrazo viajera!
Creo que también hay empresas que te ofrecen bucear por ellos, debe ser una pasad. un saludo
Uf Carlos, es una de las mecas del submarinismo gracias, en parte, a los cenotes. La sensación de bucear cenotes es indescriptible, algo único! Gracias por bucear por aquí Carlos, saludos!
Me quedo fascinada con estos místicos cenotes cargados de ritos y de magia. Hermosa entrada!
Saludos, gracias Sandra!!
Estuve en un cenote y realmente lo que sentí fue maravilloso, placer y necesidad de sumergirme totalmente… salí de allí cargada de energía y renovada, una experiencia maravillosa!!!
Muchas gracias por compartir tu experiencia Margarita, así de maravillosos son los cenotes, verdad? 🙂
Saludos cordiales,